En el siguiente artículo te contaremos sobre las escuelas de conducir, cuántas hay y qué les exige la ley para funcionar.
Las escuelas de conducir deben contar con vehículos con un máximo de ocho años de antigüedad y en óptimas condiciones mecánicas, instructores certificados por Carabineros y las herramientas necesarias que apoyan al alumno en su aprendizaje.
Las escuelas de conducir cumplen un rol fundamental en una sociedad que tiene cada vez mayor acceso al parque automotriz y como los resultados de sus enseñanza se ven directamente en las calles es necesario conocer los estándares mínimos que exige la ley a este tipo de establecimientos desde tener instructores certificados hasta los requisitos de los vehículos que utilizan.
Cabe destacar que a nivel nacional son 564 las escuelas de conducir que cuentan con aprobación para funcionar como escuelas de conducir no profesionales, es decir, clase B. Mientras que los centros formativos “profesionales” suman un total de 187.
En el sitio web de la Subsecretaría de Transportes se puede encontrar el listado completo de las escuelas de conducir aprobadas, en revisión y las que han sido revocadas. Ver listado de Escuelas de conducir
De esta forma la legislación chilena establece en primer lugar que las escuelas de conductores “podrán ser autorizadas para su funcionamiento por la Municipalidad que corresponda al lugar en que se establecerá su sede, previo informe de su respectivo Departamento de Tránsito”.
En ese sentido es el mismo municipio el que debe autorizar el recorrido para que los alumnos realicen las clases prácticas y este trazado debe contar con todas las señaléticas correspondientes.
Los instructores
Los recintos formadores también deberán disponer de, a lo menos, un instructor teórico de tránsito y de mecánica básica y dos instructores para la enseñanza práctica de la conducción.
Carabineros de Chile es el encargado de examinar y aprobar a los postulantes a instructores tanto teóricos como prácticos a quienes se les entregará una credencial que los habilita como tal y les permitirá ejercer esta labor.
Así son las clases
Las clases impartidas en las escuelas de conducir también están debidamente normadas según la ley chilena que indica que en el caso de las instrucciones prácticas estas podrán “efectuarse en forma individual o colectiva de no más de tres alumnos por clase y no podrá destinarse a ellas más de una sesión diaria, equivalente a una hora pedagógica”.
“Durante la clase práctica el instructor deberá llevar consigo una hoja de clases con la nómina del o los alumnos que participan en ese momento de la instrucción, junto con una cartilla de evaluación del alumno en donde estipule el horario de clases, avances del curso y sesión en práctica según el programa de estudios. La ficha personal deberá conservarse durante el plazo de un año, contado a partir de la fecha en que el alumno haya dejado de serlo”, dice la normativa.
Además, las escuelas deberán entregar al alumno, en el momento de inscribirse en el curso, “un formato tamaño carnet en el cual en su anverso irán los datos personales del alumno y horario de instrucción y en el reverso el espacio necesario para señalar cada una de las clases realizadas. Este carnet sólo servirá para efectos de acreditar la calidad de alumno de una escuela en el proceso de instrucción”.
Por otro lado, el programa de enseñanza deberá comprender una parte teórica que conlleve educación vial, conocimientos legales, señalética, prevención de accidentes y conocimientos de mecánica básica. Mientras que la parte práctica se deberá dar lección de la conducción y prácticas de circulación.
Los alumnos además deberán ser sometidos a exámenes de visión, audición y psicométricos por lo que las escuelas deben tener los elementos necesarios para llevarlos a cabo.
Los tipos de autos
Los vehículos en los que se realizan las clases también deben seguir un protocolo y que debe ser exigido por el estudiante. Por ejemplo, es obligatorio que tengan doble comando, lo que no implica que necesariamente tenga un doble volante, pero si un duplicado del juego de pedales en el puesto del copiloto.
También se requiere que todos los autos estén en condiciones mecánicas óptimas y no pueden tener más de ocho años de antigüedad, contados desde la fecha de facturación de su primera transferencia en el país.
Tampoco pueden olvidar tener en forma destacada en los automóviles en la parte superior de su carrocería un letrero que indique que se movilizan alumnos en práctica (las dimensiones del letrero también están normadas).
El vehículo en el que se realicen las clases también depende del tipo de licencia que el alumno busca obtener y las escuelas deben tener coches a disposición de esas necesidades.
Los seguros de vehículos por daños propios y a terceros es otro de los requisitos que se les exige a las escuelas de conducir ante cualquier eventualidad.
Cómo deben ser los recintos de las escuelas de conducir
Respecto a los recintos en que se imparten las clases, la normativa dice que debe ser un local adecuado que cuente a lo menos con las siguientes salas independientes una de otra: lugar de recepción, una sala para clases teóricas y una sala de laboratorio para realizar los exámenes de agudeza visual y visión de colores con los elementos necesarios.
También es necesario que exhiban una maqueta mural, mesa u otro elemento similar que contenga situaciones de tránsito con los elementos necesarios para simular problemas viales; un juego de señales de tránsito en réplica, para la instrucción teórica; diapositivas, películas u otros elementos adecuados para la enseñanza de las normas de tránsito; láminas murales, elementos y piezas de vehículos motorizados para la explicación de funcionamiento básico y los instrumentos necesarios para los exámenes psicométricos.
Toda escuela de conductores deberá tener un director responsable de su operación técnica y del cumplimiento de los programas. En el caso que la escuela tenga otras sedes deberá contar con un director responsable a nivel nacional.
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Fuente: Emol.com
