El Sedanocalipsis es un fenómeno reciente en que el segmento de sedanes o hatchback está siendo reemplazado por SUV grandes, medianas, pequeñas, y minis. Por varias marcas se ha esparcido este virus, que ha eliminado vehículos para ser reemplazados por un SUV o crossover de similar tamaño, más peso, menor estabilidad y más consumo de combustible.
En EEUU, Ford ha reportado el primer caso grave-crítico, ya que lo que esta semana partió como un rumor fue confirmado hoy: En ese mercado no habrán más vehículos medianos o pequeños, por lo tanto no habrá una nueva versión del Fiesta, Focus y Fusion; su linea completa serán camionetas y SUV. Los únicos que se salvaron son el Ford Mustang y el Focus Active (la versión crossover tipo Subaru XV) que seguirán en EEUU.
Esto es contrario al plan de trabajo presentado en octubre del año pasado, donde mencionaban planes para una nueva generación del Fusion, y que ahora fue descartado. Se desconoce si esto afectará al Mondeo, nombre que tiene el Fusion en Europa.
Aunque esto suena tremendo, y probablemente sea el cambio del mercado más importante desde la crisis de los 3 grandes de Detroit, tiene algo de sentido: en EEUU el nombre “F-150” tiene más peso y respaldo como marca que la propia Ford. Además según publicaciones locales, Ford pierde dinero con cada Fiesta, Focus y Fusion vendidos.
Sin embargo este movimiento puede tener importantes efectos colaterales, como la posibilidad de tener que decirle adiós al Fiesta y Focus ST, o al Focus RS, el deportivo compacto con el que finalmente conquistaron el corazón de los europeos. Ni hablar de lo frágil que queda la marca en cuanto a posición de mercado, ya que basta una nueva crisis petrolera con alzas de combustible para que ese mercado deje de comprar cualquier vehículo Ford; es un clásico caso de estudio donde las marcas no aprenden de las lecciones pasadas.
