Importancia de los amortiguadores del auto y cómo fallan

amortiguadores

Estos elementos junto a los frenos y neumáticos son parte fundamental de la seguridad durante la conducción, de ahí la importancia de mantenerlos en buen estado.

El mantener un vehículo en óptimas condiciones mecánicas requiere de una revisión constante de todos los elementos y los amortiguadores son parte esencial de ese chequeo. Junto con los neumáticos y los frenos conforman un conjunto importante para la seguridad del auto y de ahí que su correcto funcionamiento no puede quedar de lado.

Los amortiguadores no solo sirven para circular más cómodo en el auto, sino que cumplen con soportar la carga del vehículo, ofrecer la altura óptima del coche y, más importante, entregar más estabilidad y adherencia del neumático al piso.

Con una mayor adherencia se puede lograr una mejor maniobrabilidad, tener un completo control de la dirección y una mejor respuesta a las acciones de frenado en situaciones de emergencia.

Por eso es que su realizar una constante revisión es fundamental y los expertos recomiendan chequear el estado de los amortiguadores cada 20 mil o 30 mil kilómetros para tener un registro completo de su funcionamiento.

Por otro lado si bien se aconseja cambiar los amortiguadores cada cinco años o a los más de 60 mil kilómetros, todo depende del tipo de manejo que tenga el conductor.

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Cómo saber cuando fallan

No hace falta ser un experto para comprobar el estado de los amortiguadores y Autobild entrega un test casero para salir de dudas: Primero hay que ejercer una fuerte presión hacia el suelo en cualquier extremo del auto. Si la carrocería baja pero luego vuelve a subir a su posición original de forma lenta y estable, sin rebotes, los amortiguadores están en buen estado.

Pero también hay otras señales que indican que los amortiguadores pueden estar fallando según explica el sitio Circula Seguro: Vibraciones en el volante, aumento de la distancia de frenado, excesiva inclinación hacia delante en frenadas, desgaste irregular de los neumáticos, y balanceos en los cambios de pista.

También hay que tener ojo a las superficies mojadas, pues es en este tipo de caminos donde los síntomas suelen aumentar.

Aunque pese a todas las pruebas caseras que puedan realizarse, lo más recomendable es llevar el vehículo donde un experto y tener un registro mecánico completo y periódico.

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