La compañía a cargo del proyecto busca inversionistas para continuar con la producción del vehículo que en pruebas de velocidad ya alcanzó los 320 kilómetros por hora.
Más de una década ha demorado el desarrollo del auto que está llamado a ser el más rápido de toda la historia con una velocidad que promete llegar a los 1.600 kilómetros por hora y que fue denominado como proyecto Bloodhound. No obstante cuando se encuentra en la fase final de producción, el hiperauto quedó sin financiamiento lo que llevó a la compañía a iniciar una campaña de recaudación de fondos para seguir con su construcción.
Según publicó la BBC, Bloodhound Program Ltd se encuentra en un proceso de búsqueda de inversionistas para seguir con el proyecto que, hasta ahora, había sido financiado por donaciones individuales y patrocinios.
La empresa tiene como objetivo recaudar alrededor de 33 millones de dólares (más de 20 mil millones de pesos chilenos) para terminar la construcción del auto que ya ha realizado pruebas de velocidad llegando a los 320 kilómetros por hora.
Más rápido que una bala
El Bloodhound SSC (siglas en inglés de “Auto supersónico”) está equipado con un motor de un avión de caza de 135.000 caballos, es potente como 180 autos de Fórmula-1, y capaz de ir más rápido que una bala.
Junto con lo anterior está equipado con tres propulsores: un motor V8 de un automóvil Jaguar, un reactor Rolls-Royce como el de los cazas Eurofighter, y cohetes Nammo. Estos propulsores se van activando sucesivamente en este orden para ir aumentando la velocidad.
En cuanto a la cabina de pilotaje, se parece a la de un avión caza, con máscara de oxígeno incluida.
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Fuente: Emol.com